La relación entre nuestro intestino y las emociones

La relación entre nuestro intestino y las emociones, nuestro segundo cerebro

Quizás sea el órgano menos valorado pero en los últimos tiempos, pero actualmente no paran de hacerse estudios, por que es sin duda, un órgano importantísimo, para empezar es el órgano más grande, y tiene que ver con muchas patologías muy comunes en nuestro organismo, alergias, intolerancias, depresión, sobrepeso…

Se le conoce como “segundo cerebro” a nivel médico científico, por su importancia en sustancias transmisoras, conexiones y terminaciones nerviosas, de alguna manera similares alas del mismísimo cerebro.
Es un órgano sensorial, registra lo que comes, y le envía a nuestro cerebro, información, e intercepta hormonas y células inmunitarias.
Según investigadores, es el que toma decisiones sobre tolerancia o rechazo de los alimentos. Y la relación entre nuestro intestino y las emociones, parece cada día ser mucho mas relevante.

El intestino lo constituye el intestino Delgado, que tiene una función esencial en absorción de nutrientes, y el intestino grueso (Colón), que tiene la función de completar la degradación de algunos residuos, y de reabsorber el agua, depositando los desechos de los alimentos, aquello que no necesita el cuerpo (heces).
El intestino, se desarrolla en el la misma parte del embrión humano, tiene una gran cantidad de terminaciones nerviosas, y neurotransmisores, responsables de la ansiedad y miedo, de hecho se relaciona con el colon. De ahí todos los que sufrís el síndrome de Colon irritable, como reacciona ante ansiedad, nerviosismo, depresión…Es tan solo una de entre cientos de reacciones, que demuestran fuertemente la relación entre el intestino y las emociones.

Por qué guarda muchísima relación con nuestras emociones, cuantas veces se nos ha cerrado » el estómago» ante un disgusto grande, o nos ha dado diarrea ante una noticia impactante para nosotros. O también ha aparecido esta en una época de estrés sin previo aviso…
Cuando hay un problema en el intestino Delgado, se relaciona según algunos autores y médicos científicos de renombre, por la incapacidad de retener y absorber bien lo que es bueno para su vida diaria, suelen ser personas aferradas de detalles que tienen que ver con situaciones globales, rechazándolo todo, temen carecer de lo necesario físicamente, se relaciona con tumores, Cáncer, diverticulitis, enfermedad de Crohn, y diarrea.

En cuanto al intestino grueso, cuando se producen problemas el individuo, tiene dificultad para descartar ideas y creencias que no le son necesarias, o rechazan rápidamente los pensamientos que podían beneficiarle, son personas que sufren contrariedades que les resulta difícil de precisamente eso, digerir.
Nuestras emociones juegan un papel crucial. Y como no, por supuesto, nuestra alimentación y hábitos de vida.

La alimentación a base de probióticos como el yogur y la fibra, cereales, legumbres, frutas, mantienen el equilibrio de la parte macrobiótica, y evitar los antibióticos, el tabaco, los laxantes y el sedentarismo. El agua también juega un papel importantísimo, depura y ayuda a eliminar los desechos. Hidratarse es básico, de hecho es algo harto de repetirlo a mis clientes, y soy muy pesado con ello, la gente que me conoce lo sabe bien.
Cuando tenemos una dieta equilibrada, prevalece el bienestar psicológico, nunca fue más cierto que somos lo que comemos, o cómo está de moda ahora, más allá todavía, “lo que absorbemos”.

Hay una relación entre flora intestinal y cerebro, esta constatado que las bacterias lacto bacilus y bifidobacterium, son capaces de producir ácido gamma-aminobutírico, un neurotransmisor del cerebro que se encarga de regular los procesos psicológicos anteriormente citados.
También tiene que ver con la serotonina, que influye en los circuitos de las sinapsis cerebrales implicados del estado del ánimo, aquí se demuestra de nuevo, la relación entre nuestro intestino y las emociones.

Los gases, estreñimiento, diarrea, náuseas, vómitos son, somatizaciones de nuestro segundo cerebro según sus emociones.
Hay que comer sin prisa, masticar bien y no distraerse, mantener una dieta equilibrada, un ritual de horarios de comidas (comer a las mismas horas) y de ir al baño y moverse con regularidad. Tratar a vuestro intestino cómo si se tratara de vuestro cerebro, RUTINAS.

Ser positivos y controlar las emociones es quizás, el hábito más complicado. Las técnicas de respiración, el yoga, los estiramientos, masajes, el ejercicio físico, ayudan a encontrar ese equilibrio vital para nosotros. Tened en cuenta, que muchas veces cuando tengamos problemas de estómago, sea probablemente esto, La relación entre nuestro intestino y las emociones.
Espero que os haya gustado este aporte, pero es algo que está ahora mismo investigándose en muchos países del mundo, y revolucionando la nutrición. Gracias!!

Por : Carlos del Pino Laccourreye. La relación entre nuestro intestino y las emociones